"Si me pides las cosas cordialmente en lugar de ordenar, me permitirías hacerlo con mayor agrado": Cuando damos una orden, estamos dejando saber a nuestros hijos que sólo hay una opción y que es nuestra decisión autoritaria, lo cual produce en ellos sentimientos de rebeldía y oposición.
Nuestra misión es explicarles por qué deben hacer algo y pedirlo amablemente, recuerda que el trato que les damos es el mismo que recibiremos de ellos más adelante.